jueves, 7 de junio de 2012

NEUROLOGIA, P228 MIR 1998-1999F


Señale la relación INCORRECTA relativa a la motricidad en los primates: 

1)  Lesión: cordones posteriores. Alteración: propiocepción.
2)  Lesión: amplia de núcleos cerebelosos. Alteración: ataxias.
3) Lesión: ganglios basales. Alteración: acinesia y movimientos anormales.
4)   Lesión: vía corticoespinal. Alteración: parálisis espástica. ????
5) Lesión: sección pontomensencefálica: alteración: rigidez de descerebración gamma.

El problema que nos podemos haber encontrado al intentar responder esta pregunta viene dado por la asociación que realizamos al estudiar la clínica de las lesiones de primer a motoneurona, sin darnos cuenta de que las manifestaciones clínicas de est e síndrome no se deben sólo a la lesión de un único sistema funcional; pero repasemos las diversas opciones para aclarar y repasar algunos conceptos:
• Los cordones posteriores tienen mucha importancia en el desarrollo de una adecuada motricidad , puesto que por ellos viajan las sensaciones propioceptivas que inf orman a los centros superior es de la posición y estado de estiramiento de las diferentes partes del sistema osteomuscular. Sin la información que aportan, el cerebro no puede conocer la situación de las partes del cuerpo y se produce ataxia sensitiva, que característicamente no se acompaña de vértigo, náuseas, acúfenos, etc.
• El cerebelo es también esencial para el control de la motricidad ,
sobre todo la que hace referencia al control de las sucesiones de
movimientos hechos a gran velocidad; controla el orden de los movimientos, así como su amplitud y velocidad. Por ello, su alteración conlleva ataxia que está presente con los ojos abiertos y no empeora claramente si el paciente los cierra, dismetría, discronometría, asinergia y disdiadococinesia.
Tiene también importancia su función de control del tono muscular; su alteración produce hipotonía.
• Los núcleos de la base también tienen su importancia en el control
de las funciones de motricidad; controlan la actividad postural de
base que se necesita para, sobre ella, poder realizar los movimientos voluntarios y r regulan el tono muscular. De las v arias lesiones que se pueden producir en los núcleos que lo forman se derivan distintos síndromes que tienen como fenómeno común la alteración del movimiento (corea, síndrome parkinsoniano, balismos, etc.).
• En la clínica, cuando hablamos de lesiones de la primera motoneurona (como sería este caso), admitimos que típicamente el paciente presenta espasticidad, hiperreflexia, pérdida de fuerza y signo de Babinski; no obstante, sólo la pérdida de fuerza y la existencia de Babinski son reflejo de la lesión de la primera motoneurona (en este caso por lesión de la vía corticoespinal), mientras que el r esto de alteraciones se producen por lesión de las vías extrapiramidales que acompañan a las anteriores.
• Las lesiones al nivel del tronco del encéfalo impiden que las vías de control superiores modulen la actividad de los núcleos que se encuentran a este nivel. Si la lesión es alta, por encima del núcleo rojo del mesencéfalo, se produce la rigidez de decorticación, por desinhibición de la actividad de las vías rubroespinal y vestibuloespinal que determinan una postura en flexión de los miembros superiores con extensión de los inferiores. Si la lesión es más inferior, entre los núcleos rojo y vestibulares, lo que predomina es la actividad de estos últimos, produciéndose extensión de los miembros superiores e inferiores.

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